martes, 30 de agosto de 2011

Res Derelictae

Res Derelictae = expresión latina para designar cosas abandonadas por sus propietarios, libradas a la posesión de quien las encuentre.

Res Derelictae = expresión latina que exclamo cada vez que me encuentro una cosa genial en la calle y me la llevo a mi casa.

Dos diálogos padre-hija acerca del amor o algo así

UNO
Contexto: Domingo al medio día, terminó el almuerzo, padre lava los platos, Caribe fuma parada a su lado y charlan de cualquier cosa. Caribe levanta su remera dejando su panza hinchada al aire.

Uy pá, mirá, estoy embarazada.
Ntz, Carolinaaa.
Queeé? Me queda bien.
NI SE TE OCURRA EH?
Y por qué? Qué tiene si se me ocurre?
Me estás hablando en serio?
O sea, no se me ocurre, pero si se me ocurriera cuál es tu problema?
...
Digo, ahora vivo sola, me mantengo sola, tengo una obra social que me cubre obstetricia, licencia por maternidad y todo eso, ya estoy grande, si quiero hijos puedo tener hijos.
No es el momento, te acabás de mudar hija.
Ya sé pa, no voy a tener un hijo ahora, pero me refiero a que ya no es tanto problema. Y menos que menos tu problema.
Primero disfrutá tu casa y recién después conseguite un novio.
Tecnicamente no quiero un novio y tampoco lo "necesito" para tener hijos.
...
...
Bueno, que no se te ocurra.
Bueno, dale.

Fin


DOS

Contexto: Lunes a la tarde, suena el teléfono y Caribe atiende a su padre. Charlan de cualquier cosa. Caribe no puede retrasar mucho más comunicar sus planes, odia la conversación.


Cheee pá, el viernes me voy por el finde a Uruguay.
Ah, mirá qué bueno, a Montevideo?
Sí.
Sola como el año pasado?
Mmno, me iba a ir sola, pero me voy con un chico medio amigo.
Ah... pero... un chico?
Eh, sí, un chico... que me gusta un poco.
Carolina, ultimamente te gustan muchos chicos.
Ehmm. Bueno, sí, y?
No no, nada, que tenés que focalizar. Qué pasó con M?
El chico del video???? Nada todavía, pero eso es como distinto pa, es un juego.
Sí, con este te vas a Montevideo.
Eh, así parece, pero tampoco te pienses no se qué.
...
...
Y... es judío?
La puta madre papá, no lo puedo creer.
Bueeeeeeno Caru! Era una preguuuuunta nada maaaaás.
Hay miles de preguntas para hacer antes que esa. Siempre igual.
...
Nada de "la pasás bien con él?" "qué hace?" "qué edad tiene?" Nooo! "Es judío?" Increible. Ni que me fuera a casaaaaar.
...
...
Bueno... cómo se llama?
...

Fin.

jueves, 25 de agosto de 2011

La última cena

Si me van a violar,
si me van a apuñalar,
si me van a cagar el tiempo que me queda,
o me van a asesinar,
entonces primero me como el mejor bife de chorizo de mi vida.
Con papas fritas.
A la provenzal.
Y salsa criolla.
Y vino.
Es una buena filosofía.

Mucha gente piensa que soy vegetariana.
No lo soy.

Llovía fuerte.
Martes de noche.
Tarde.
Todavía no me conozco el recorrido del colectivo que me trae de la facultad.
Sólo se una cosa: 
dónde bajarme,
antes de que se bifurque la avenida.
Y se algo más: sino estoy al horno.

Bueno, estoy al horno.
Toqué el timbre del bondi.
Esos que no suenan,
prenden una luz al lado del conductor.
La vi prenderse.
El colectivo no paró.
Se bifurcó la avenida.
Toqué timbre de nuevo.
En vano.
Esta vez sí sonó.
Pero era en vano.
Ya estaba del otro lado de la vía,
del otro lado de la luz, de mi casa, de mi cabeza.

Me bajé seis cuadras después.

Para volver hay tres opciones.
O paso la vía por arriba.
O paso la vía por abajo.
O me tomo un taxi.
Todas una mierda.
Bueno, a ver, decido.

Por arriba (a la izquierda) ventajas y desventajas:
son las cuadras más oscuras del mundo,
muy solitarias,
sería muy fácil violarme,
si grito no me escucha nadie,
pasan autos a veces,
no para ninguno.

Por abajo (a la derecha), ventajas y desventajas:
el tunel es igual al de Irreversible,
muy solitario,
sería muy fácil violarme,
si grito no me escucha nadie,
hay un rati en la estación de tren,
quizás me viola el rati.

En taxi, ventajas y desventajas:
si el trayecto es tan corto,
el taxista sabrá que tengo miedo
y yo seré más vulnerable,
en el camino cruzará un pasaje,
si frena en el pasaje es muy fácil violarme,
si grito no me escucha nadie,
puedo elegir alguno que sea radio taxi,
radio taxi buena onda,
onda onda,
onda verde
onda vaga
onda ver-ga.

Uy, no sé.
Mientras, me mojaba en una esquina
desierta y oscura e incómoda.
Caminé unos pasos para un lado,
me arrepentí y caminé para el otro,
me arrepentí, esperé un taxi.
Dejé pasar cinco,
por sospechosos,
sospechosos de qué?
bajo qué criterio?
Qué se yo.
Miré una puertita sucia y cerrada,
una puerta medio común, al lado mío.
Dos chicos salieron sonrientes.
Un hombre se asomó.
Me dijo que entre.
Me asusté.
No quiero que me rapten
ni me obliguen a ser puta.
No respondí.
Insistió abriendo más la puerta
en un ademán de invitarme,
y dejó entrever lo que parecía mucha gente
comiendo en mesas con manteles
y riendo.

Entré testeando el lugar,
desconfiada.
Nadie me espera en casa.
Si no llego nunca
se van a enterar recién mañana.

La soledad es border.

Sin dudas.

Los mozos enseguida me sirvieron berenjenas al escabeche
y una copa de vino.
Buen comienzo.
Postergué la decisión de cómo volver.
Eso me relajó.
Y después me trajeron un bife gigante y a punto,
papas fritas
a la provenzal,
con salsa criolla.
Flan con dulce de leche y crema.
Y un café.
Me comí todo sin hablar.
Sin pensar.
Sin decidir.

Si me van a violar,
por lo menos disfruto de mi última cena,
y después veo.
La soledad es border.

martes, 23 de agosto de 2011

Local

En la casa de mi mamá estaba prohibido coger. 
Para mi, obvio, para ella no.
De dormir con alguien ni hablar.
Sólo cuando quedaba la casa sola.
Y únicamente novios.
No digo que excepcionalmente no haya roto la regla.
Pero.
Muchos peros.
Porque mi vieja siempre descubre mis mentiras.
El peligro ratonea, el castigo inminente no.
Era imposible pasarla bien con su cara en mi mente.
Con el tiempo, los motivos lograron convencerme.
Que la casa es muy chica.
Que se escucha todo.
Que el encierro.
Que la hermana chiquita.
Que la madre en pijama a la mañana.
Que garchá todo lo que quieras pero vayan a otro lado.

Así fue que dormí en camas de una plaza apretadísima, que escuché a padres ajenos teniendo sexo en habitaciones de al lado, que hermanas ajenas me abrieron la puerta en pleno acto, que me quedé dormida sin querer, que me volví de mañana vestida de noche, que conocí las escaleras de los edificios, que encontré fotos de novias en mesas de luz, que pagué la mitad del telo, que elegí habitaciones, que empañé ventanillas de autos, que no me pude lavar los dientes a la mañana, que entré a escondidas y salí por puertas de atrás, que toleré suegras, que toleré compañeros de cuarto o departamento, que usé shampooes de otras marcas, que me insinuaron que no vuelva nunca, que perdí corpiños, medias y bombachas.

O mudate.
Dijo un día mi mamá.

Ok, me mudé.

Ahora juego de local.
Vamos a mi casa?
Tengo un vino.
Tengo cama papi fútbol.
Puedo hacer el ruido que quiera.
Puedo ir desnuda al baño.
Y al living.
Y a la cocina.
No me tires el forro en el inodoro que se tapa.
Me lo dijo el plomero.
Te querés bañar? Te traigo una toalla.
Tengo chocolate en la heladera para después.
Che, yo me voy a dormir.
Me tengo que levantar temprano.
Si no querés dormir te podés quedar boludeando en la compu mientras yo duermo, despertame a las 7.


Te pido un taxi?
Te pido un taxi.
Eh... te pido un taxi.

O te pido que te quedes.
Bah. No.
En realidad nunca le pedí a nadie que se quede.
Pero de pronto sin pensar pregunté:
"te vas a ir o te vas a quedar?"
Y la verdad es que cualquiera de las dos cosas hubiera estado bien.
Raro.

"Me voy a ir" dijo G.

Y a mi me volvió todo el esplendor de mi soltería en un segundo.
Y a él también.

Cada vez soy más débil ante los encantos de un mimo.
Casi caigo en la trampa.
Un peligro.

sábado, 20 de agosto de 2011

Lego

Como todos los sábados previos al día del niño de mi vida, cierro los ojos y espero que alguien me haya comprado unos Lego.

viernes, 19 de agosto de 2011

Imposible

Es absolutamente imposible imitar el sonido que hace un murciélago, pero es muy divertido intentarlo.

jueves, 18 de agosto de 2011

Cosas que quiero decir acerca de mis nombres aunque no le importen a nadie

A mi me gusta llamarme Carolina, y que sea el nombre más normal del mundo (aunque no siempre me gustó).
Me divierte que todos conocen a una, que es un nombre atemporal, que hay muchas canciones para dedicarme, que rima con mandarina y aspirina, que hay algo así como “cara de Carolina”, que era el nombre de una muñeca de mi mamá y que las garcas nunca se llaman así. Pero, salvo mi abuela, nadie me dice por mi nombre completo.
Nunca tuve apodos, más bien sobrenombres, cada persona encuentra un modo particular de estrangular mi carolinismo. Los han habido Ca, Car, Caro, Carol, Caroli, Carolín, Carolingia, Carola, Carolita, Carolo, Carolain, Carolinchen, Caru, Caruchus, Caruchuli, Caruli, Cari, Carito, Cariñitos, Caritas, Caretes, Caia, Charol y Caca.
También me llaman por mi apellido, Berro. Digamos que los que conviven con nombres no convencionales,  no necesitan de su apellidos para distinguirse entre un grupo de gente, son "a secas" y con eso basta. Yo en cambio, siempre fui CaroBerro aunque no hubieran otras Carolinas, así todo juntito. Es instntáneo, es sonoramente ameno, o yo que sé. Mis mejores amigos en su celular me tiene agendada como Caro Berro y me cuesta entenderlo. Odioso y particular. Marca registrada.
A lo largo de los años la parte de “Berro” fue desplazando a la parte de “Caro”, y se creó una lista interminable de abreviaciones o modificaciones de mi apellido, que de pronto pasó a ser gourmet.
Formas en que yo uso mi propio nombre: Caro Berro para identificarme por teléfono, Carolina para presentarme por primera vez, Carol o Caro para firmar notitas a mano, Be para firmar mails, Berro para firmar la primera página de los libros que leo, CBerro en la firma del DNI, carolinaberro para usuarios de páginas de internet, Carola para hablarme a mi misma o hablar de mi en tercera persona.
Y después está este tema de Caribe, una especie de  seudónimo barra nombre artístico barra nickname, que se metió en mi vida de una manera distinta. Es como de otra categoría.
La linda de Yumiko, en otra de sus grandes ocurrencias, lo inventó mientras yo le dije que me iba de viaje al mar Caribe. Ella, que nunca pudo sentir la empatía de tener un nombre común, empezó a contagiarlo. Primero era Caribeña, una palabrita simpática que te hace acordar al calor del verano, las palmeras y todo eso. Después nos dimos cuenta de que Caribe es Cari – Be(rro). Y ahí ya no tuve excusas para no adoptarlo, así que quedó Caribe aunque cayó en desuso y ya nadie me diga así.
Al poco tiempo de eso Yumi se murió, y creo que nunca voy a olvidar muchas cosas, pero definitivamente no voy a olvidar su voz. Una voz grave, un vozarrón bien llevado y proporcional a su sonrisa mitad uruguaya mitad mil otras cosas. Si cierro los ojos, y aún con los ojos abiertos, puedo escucharla a la perfección. Puedo hacerle decir cualquier cosa en mi mente, como si fuera un programa de computadora. Mi recuerdo sonoro  todavía posee su lógica de la acentuación, los cambios de volumen y la muletilla “ta”. Nadie nunca dijo ni dirá “Caribe” como ella, no por nada místico ni sentimental, es sólo que era muy particular el sonido, y me gusta acordarme de él en detalle.
Eso es todo lo que tengo para decir de mis nombres.
Ah, no, tengo algo más. Entre Carolina y Berro me llamo Daniela, lo eligió mi padre por una canción de Victor Heredia, pero siempre me olvido. Salvo cuando lleno formularios.
Ah, y otra cosa. Cuando me preguntan como me llamo, tardo como 5 segundos en responder, porque también me olvido, pero eso mejor lo veo en terapia.

Subterránea

Me pasé dos estaciones de subte a conciencia, sólo para terminar el libro que estaba leyendo. Después de la última palabra lo cerré, sonreí, lo apreté contra mi pecho, me dió un escalofrío y recién ahí me sentí preparada para abandonar las entrañas de la ciudad.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Había un nuevo agujero en mi vida

 Y como no sabía que hacer con él, 
para variar me puse hacer morisquetas.


Easy Rider

Excusa/ Canchereada 7:
Si M prefiere a la piba esa del otro día, está todo re bien, pero no voy a jugar a ver quién es más linda porque salgo perdiendo, ahora me hago la fea bien a propósito.
Bajé al videoclub hecha una crota: jogging ratoneado y con un agujero en la costura de atrás, camiseta morley que debería ser blanca pero compartió lavarropas con un saco rojo y ahora es rosa indefinido, buzo deportivo tres talles más grande de lo que sería oportuno para mi cuerpito, (acá me zarpé) medias blancas con ojotas verdes (es que estoy tan feliz de haberme traído las ojotas de lo de mi mamá), los rulos despeinados en un rodete sin criterio y anteojos de leer, una estética medio Bridgit Jones venida a menos.
O sea, el mensaje a darle a M es: "ya no me importa nada, tipo, me gustás un poco nomás, y hasta ahí, ni sos tan lindo ni sos tan buen partido, tampoco voy a andar emprolijandome para combatir contra una vecina que ni siquiera me considera competencia, y menos voy a agrandarte el ego. No tengo tiempo, sory, hubiera sido divertido, pero prefiero irme a casa y mirar mi peli"

Entré al video. M estaba con otro tipo comiendo papas fritas de paquete. Él fue bastante buena onda, yo fui lo más caracúlica que pude, re fría (cuando me pongo así me doy miedo a mi misma, parezco una no-persona). Le pedí Easy Rider.
Cuando cruzaba la puerta con mi película en brazos me dijo: Che, Flaca, conmigo la indiferencia te va a funcionar perfecto porque te queda mucho mejor ser mala, y sos más linda cuando estás enojada.
Uia.
Nunca se cómo lidiar con un chamuyero de raza, así que no me di vuelta.

Easy Rider (Dennis Hopper, 1969)
Qué película preciosa, por dió. Mucha música, pocas palabras. Un viaje, de ida, en todo sentido. La vida es un poco más linda y también un poco más triste después de verla. Es idílica, muy de la época. La utopía explota en la crudeza de no entender la otredad.

Todo se reduce a este pequeño cacho de diálogo:
-No tienen miedo de ti, los asusta lo que representas para ellos.
-Lo único que representamos es alguien que necesita un corte de pelo
-Lo que representas para ellos es la libertad
-¿Qué tiene de malo ser libre? de eso se trata todo
-Así es, de eso se trata todo, pero hablar de ello y serlo son dos cosas distintas. Es muy dificil ser libre cuando te compran y te venden en el mercado. No vayas a decirle a nadie que no es libre porque son capaces de matarte o lastimarte para probarte que sí lo son. Oh sí, te hablarán y te hablarán de libertad individual. Pero si ven a un individuo libre, se asustan.
-Pero no salen corriendo asustados
-No. Se vuelven peligrosos.

martes, 16 de agosto de 2011

Vencimiento

Las boletas de luz, gas, etc. tienen no sólo una fecha de vencimiento, sino también una fecha de segundo vencimiento. Genialidad si las hay.
Los lácteos deberían aprender de ellas.

lunes, 15 de agosto de 2011

La competencia

Excusa/ Canchereada 6:
Entré al videoclub. Atrás del mostrador estaba M. Todavía no da para saludarnos con un beso, así que nos limitamos a un hola con el mostrador de por medio.
Hola. Cómo te va. Hace varios días que no venís. Vine pero no estabas, me llevé esta peli, te la devuelvo. Ah, qué peli. No sé, no la vi.
Silencio.
Si hubiera sabido que ibas a llevar esa la no miraba con vos, y te hubiera besado al final, mientras llorabas.
Silencio. Sonrisa. Me puse colorada.
Y en el momento en que estaba por preguntarle a qué hora salía, que si quería hacer algo después, justito ahí entró una chica, y M dejó de comerme con la mirada.
La chica venía en pantuflas, con una cerveza en la mano y dos chops. O sea, esa estrategia es mía nena, pero vos sos mucho más... no sé, más linda. Y agarró una banqueta, se sentó al lado de M, y empezó a hacerse la linda... mientras yo me volvía invisible.
Ah, bueno.



Lección 4: si no almorzás, a la noche tenés hambre

Y si encima tenés las ganas más grandes que la panza, peor.


(le agregué el helado de postre,
y después me morí)

domingo, 14 de agosto de 2011

Corazón roto

El taxista escuchaba un compiladito con canciones de muertes por amor, y así atravesamos la noche y la ciudad. En silencio. Cada uno pensando en su corazón roto. 


Pará. 


Yo no tengo el corazón roto. 
¿De qué despedidas, distancias, ganas-devolverte-a-ver me hablás?
Estas canciones, para mi, ya no tienen una dedicatoria mental.
A mi el (des)amor ya no me mata. 
Hace rato che.
Un día dejó de doler y se terminó. 
Ya no extraño a nadie. 
Ya no extraño a ese gran amor, 
ni al amor después de ese gran amor.


Se me apretujó el pecho. 
Intenté llorar con todas mis fuerzas aprovechando la volada,
creyendo que había encontrado una desgracia romántica en que pensar. Hasta apoyé la cabeza en la ventanilla del auto y canté las canciones despacito con las cejas levantadas.


No funcionó.
Sigo re feliz.

Pero tengo el pecho apretujado.
¿Qué es?
No me digas que ahora voy a sufrir porque nadie me ama.
Fuck, no me digas que ahora tengo que enamorarme.
No.
Porfa.
Ese no puede ser el plan.
No puede ser el único plan.
Si estoy re bien así.
¿No ves que los que me dan bola no me gustan y los que me gustan no me dan bola?
¿Qué te pensás, que es casual?
No no no.
Fobia por lo menos.


Bueno, shh.
Callate.


Siguió la música y me dio una especie de nostalgia del corazón roto. Rarísimo. 


Que alguien me rompa el corazón, dale, que es mucho más fácil si algo sale mal.

sábado, 13 de agosto de 2011

¿Qué hay detrás de la ventana?

Una alternativa para ponerle verde al balcón 
sin gastar en plantas.


Puntito

Miro fijamente su nombre seguido de la ausencia de puntito en la lista del chat.
Miro fijamente su nombre seguido de un puntito verde.
Miro como su puntito verde se transforma en una medialunita gris.
Miro como su medialunita gris se vuelve puntito verde.
Aprieto sobre su nombre.
Le hablo.
No, mejor no le hablo.
Hablame.
Por favor hablame.
Miro fijamente su nombre seguido de un puntito verde.
Miro como su puntito verde desaparece.
Miro la ausencia de puntito.
Miro la ausencia de puntito.
Miro la ausencia de puntito.


¡Aia nene!

Ausschlafen

Ultimamente me cuesta salir los viernes a la noche, de hecho suelo estar más cansada que cualquier otro día de la semana y me acuesto bastante más temprano que lo habitual. Como si de repente me diera permiso de otorgarle espacio al cansancio cosmopolita y me relajara en el no hacer nada, sabiendo que el sábado se puede ausschlafen.

Hay algunas palabras en alemán que no tienen traducción, y sus significados son tan precisos, que sería imposible encontrar un equivalente en un idioma más pobre como el español. Ausschlafen significa algo así como "dormir hasta que el cuerpo diga basta, sin poner el reloj", todo eso en una sola palabrita, y ni siquiera quedo conforme con la explicación. Es también el sentimiento de dormir sin culpa y con tranquilidad, pero puesto en un verbo.

La cosa es que los sábados se puede ausschlafen, y no hay nada como estar durmiendo sabiendo que a la mañana se puede ausschlafen. Pero lo bueno del ausschlafen del sábado posterior a un viernes sin salir, a diferencia del de los domingos, es que, habiéndose acostado temprano, el cuerpo dice basta antes del medio día. Es tener una mañana libre sin haber hecho un esfuerzo para despertarse a tiempo. Uno va despegando los párpados gradualmente al propio ritmo, se desayuna a la hora que uno mismo (y no la rutina) decreta, en paz y sin apuros. Es la liviandad de despabilarse con el primer mate.

Y ahí estaba yo, durmiendo placidamente, creo que hasta sonreía. Todo venía fantástico. En mi octavo sueño aparecían una serie de personajes estrambóticos que me tiraban ideas para escribir chistes que hicieran reír a la reina de Inglaterra (lo juro), la almohada estaba en su posición perfecta, la temperatura ambiente era ideal, la luz empezaba a filtrarse de a poco por la persiana americana pero sin molestar, el silencio absoluto, la inmovilidad de las cosas. Alguna inquietud me hizo abrir un ojo, pero sólo comprobé que estaba todo como tenía que estar, y hasta pensé que era perfecto mirar el reloj para gozar el sentimiento de poder dormir varias horas más. Marcaba las 6:40. Sólo quedaba la parte del ausschlafen. Perfecto.

Nada podía salir mal.

Salvo por una cosa.


Haberme olvidado de desactivar el despertador, que, muy macabro, sonó 10 minutos después, como todos los otros putos días.

Y ya no pude volver a dormir, ni ausschlafen, ni nada.


Las ojeras, de por vida.



jueves, 11 de agosto de 2011

Fresias

Durante la cena nos preguntamos por qué la gente se regala flores.
Hoy a la mañana me desperté con olor a fresias en toda la casa.
El buen humor hubiera sido la mejor respuesta.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Una hora del día

Esto me pasa todos los días exactamente igual:


6:25 se prende el televisor a máximo volumen
6:35 suena la alarma del celular
6:44 suena por segunda vez la alarma del celular
6:50 arranca el despertador
6:55 coinciden la tercera repetición de la alarma del celular y la segunda del despertador
7:00 vuelve a sonar el despertador
7:04 cuarta alarma del celular
7:05 otra vez el despertador
7:10 otra vez el despertador
7:13 quinta alarma del teléfono
7:15 más despertador
7:20 la última vez del despertador
7:22 la última vez del celular
diez minutos más
7:30 me despierta el reloj interno
7:31 me levanto
7:32 me quiero matar
7:33 me visto
7:37 me lavo los dientes y me peino
7:39 me pongo el tapado y agarro la cartera
7:40 me acuesto de nuevo en la cama toda lista
cinco minutos más
7:45 me levanto fresca como una lechuga y me voy

martes, 9 de agosto de 2011

Para ellos, que lo miran por tv: dos chicas hablando por teléfono

Y Carola? Lo volviste a ver a H? Fuiste con él?

Y pasó algo?
No
Uh, otra vez?

Ni te besó?
No
Y te dijo algo lindo?
No
Pero te tiró una indirecta
No
Y después te dijo de hacer algo?
No
Te acompañó a tu casa...
No
...
...
Y vos no lo besaste?
No
Te desconozco Carolina
Vos lo hubieras apurado?
Y no, con la poca onda que le puso
Bueno, yo sí, pero me encapriché
Para mi que es un cagón
Para mi que no le gusto
Para mi que es gay
Para mi que quiere ser mi amigo
Para mi que no se le para
Para mi que...
Qué?
No, no sé.
Dale, qué?
Nada, que le gustan los edificios.
(30 segundos de risas)
Siempre te gustan más los que no te dan bola
Andate a cagar
(30 segundos sin ninguna risa)
Ya lo habíamos dicho, el que se acuesta con niños... amanece mojado
Pará, no es un niño tampoco, pero en todo caso ni siquiera me acosté con él
(30 segundos de risas)
No me canso de ese chiste
Cada vez me causa menos gracia a mi, un poco me gustaba el pendejo
"-aba"? Uy, cómo la va a tener que laburar pobre pibe...
Pero yo hoy estaba servida en bandeja, a esta altura posta creo que no le gusto, ya fue
No no no, nada de ya fue, es obvio que le gustás, pero ahora va a tener que curtirse... por boludo
No sé, para mi no, pero hablemos de otra cosa.

Feliz tren

Estar sentada en un andén, esta tarde gris y más fría de lo que anunció la mañana.

Pensé en un amigo, uno que hoy se tomó un tren de verdad, un tren de mochilas livianas que, dijo, no estaba tan mal. Y se fue.
A vivir sin tiempo.
Durante mucho tiempo.
A Tucumán. 
O a Guadalajara. 
O a Cusco. 
O a Managua. 
O a otro mundo.
A cualquier lugar, allá donde el camino esté esperando.
Pensé en eso de dejar atrás todo, en las decisiones que cambian los rumbos.
Aún sin andenes.
Feliz tren, le dije, y él me deseó una hermosa primavera en mi casa.
En definitiva todos tenemos un viaje de futuros inciertos. 
Todos escuchamos los Doors en la ruta, siempre hay una ruta.
Me sentí joven.
De eso se trata la vida, y la amistad, creo.
De poder compartir otras historias, 
cuando nos volvamos a ver, 
dentro de mil historias.



Que seas siempre así de libre.





lunes, 8 de agosto de 2011

Cosas que la gente dice de mi habitación

-Parece una casa del Cabo Polonio pero más linda.
-Es como una choza, un refugio. El bosque dónde está?
-Uy, es un barco.
-Para mi que por esa ventana se tendría que ver el mar, y por esa otra la montaña.
-Es una habitación sexy-bohemia


Mi cuarto tiene olor a vacaciones, y es una de las cosas más maravillosas de mi casa.

sábado, 6 de agosto de 2011

La notebook

Yo no sé cómo hacía Ulises Lima para leer libros mientras se duchaba, pero ayer mientras me ponía el shampoo, me clavé un capítulo de Seinfeld, y la compu no se me mojó ni un poquito.

No hay retorno de la primera vez que uno le cocina a su madre

Feliz cumpleaños a la mejor del mundo

Diálogo con subtítulos

Excusa/ Canchereada 5:
-Hola M
(qué lindo que estás, qué bien que te queda ese buzo, te cortaste el pelo, me gusta tu semi cresta)
-Hola Caro
-Che, re linda la peli 
(me hubiera encantado verla con vos haciendo cucharita)
-Sí, re linda
-Bueno, te la dejo
(no te hagas el interesante que hoy necesito mimos)
-Ah, dale
-...
(ahora me tenés que invitar a salir, invitame, invitame, invitame)
-Te querés llevar algo hoy?
-No, hoy me quedo leyendo
(sí, te quiero llevar a vos, leer es un embole, tomemos cerveza)
-Ah, qué bien
-...
(si no me sacás urgente un tema de conversación me voy a tener que ir)
-Pasala bien
-Gracias, chau, nos vemos
(ufaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, no, qué garrón)

No me salió hacerme la linda, y M tampoco se esmeró demasiado. Pucha digo.

El encanto del erizo (Mona Achache, en una libre adaptación del libro La elegancia del erizo de Muriel Barbery):
La crudeza, las miserias, la vida en su faceta más frívola. Todo eso neutralizado por una historia tierna, contada desde la perspectiva de una niña sobreadaptada a su propia realidad, suicida del siglo XXI. Una de esas pelis que te dejan un par de lágrimas guardadas para otro día, y la sensación de que todo puede ser distinto. 
No me enganché con el libro, pero la película me gustó bastante, y digo que es para verla abrazado a alguien (o en su defecto a algo) un martes a la nochecita justo en el hueco entre el mate y la cena.

viernes, 5 de agosto de 2011

Ay ay que miedo

Acabo de llegar a casa después del plan nocturno.
Al abrir la puerta ya me sentí rara.
Entré a oscuras y atravesé el living a tientas, escuché un ruido.
Uh.
¿Qué fue eso?
Me quedé inmóvil para poner atención.
La canilla de la cocina goteaba pausadamente.
La heladera se calmó.
Una ambulancia se alejaba.
El viento estaba moviendo los banderines carnavaleros que colgué en la terraza.
Algún chiflete hizo mover la cortina del baño.
No, nada de todo eso era lo que había escuchado.
Seguía quieta en el medio de la casa sin sacarme el tapado esperando a que se repitiera el sonido.
El techo de madera de mi cuarto crujía tan tétricamente como siempre.
El motor del ascensor se puso en funcionamiento.
Pasó un colectivo haciendo pfffffff con los frenos.
Se movió una bolsa de supermercado que había dejado mal apoyada.
Ladró Frankie, el perro de al lado.
No, no fue nada de eso.
De nuevo el ruido.
Indescifrable.
Como un golpe seco.
¿Qué fue eso?
¿Qué fue eso?
Ay qué miedo la puta madre.
Ay ay ay ay.
¿Quién carajo me manda a mi a vivir sola? 
¿Eh?
¿Qué hago, reviso los rincones?
Ay no no no.
Si encuentro una persona me muero muerta.
Si encuentro una rata me muero muerta.
Si encuentro un fantasma me muero muerta.
Ay que miedo la puta madre.
¿Vino de afuera o de adentro?
Otra vez el ruido, pero más fuerte.
...
Mucho silencio
Y de nuevo.
No es un golpe, ¿qué es?
La puta madre la puta madre la puta madre.
Y de vuelta la nada.
Uh, otra vez.
Y otra y otra y otra,
y otra y otra y otra.
Muy cerca.
Muchos golpes secos.
Alguien va a romper mi pared
y a entrar
y a robarme
y a violarme
y a atarme
y a acuchillarme
y a asesinarme con sadismo.
Grito, ya fue.
No, mejor no.
Llamo a alguien, llamo a alguien,
dónde mierda tengo el celular,
a quién a quién a quién!
El sonido aumentó la frecuencia y el volumen.
Aaaaaaahhhhhhhhhhh.


El ruido seguía.
Se mezcló con una voz grave.
Viene de afuera.
Ah, ok, viene de afuera.
Ah, está medio lejos.
Ah, no, no llamo a nadie.


Pero, ¿qué es?


Y de pronto una mujer y la voz grave, 
en algún lugar fuera del alcance de mi vista pero no de mi oído, 
tuvieron el mejor orgasmo de su vida,
(o por lo menos uno bastante irreal)
y dejaron de mover su cama contra algo.


La puta que los parió.
Cuando les devuelva el favor ya van a ver.
Ya van a ver.

martes, 2 de agosto de 2011

Lección 3: Si no usas broches y hay viento, las medias quedan viudas.

Y si encima la pareja todavía no estaba gastada, peor.

Papelón

Excusa/ Canchereada 4:
Bajé al video.
Esta vez sin pensar ningún tipo de estrategia.
Abrí la puerta del local,
haciéndome la linda,
eso como siempre.
En la entrada hay dos escaloncitos.
Subí uno.
El otro
me lo comí.
Paf.
Al piso.
De cabeza.
De panza.
De rodillas.
De frente.
Paf.
Sin poner las manos.
En el videoclub también vive un perro negro y gigante.
El perro negro y gigante se asustó por mi caída.
El perro negro y gigante vino a ladrarme a la oreja mientras yo yacía.
El piso estaba helado.
Me dolía todo.
No quería mirar.
Mirar quién me había mirado.
Me reí a carcajadas.
Me tenté.
No pude parar.
Me reincorporé mientras seguía riendo.
Mientras el perro negro y gigante segía ladrando(me).
Y miré.
Miré quién me había mirado.
Y ahí,
atrás del mostrador.
M
no estaba.
Ja.
Qué suerte.
Bueno, vuelvo otro día, dije al chico que sí estaba.
Riéndo.
Desalineada.
Me fui.
Y me olvidé de devolver la Dolce Vita.
No la terminé de ver.
Me van a cobrar recargo.

La infracción

La evolución de las propias reglas a lo largo del tiempo:

1. Sólo se fuma en el balcón.
2. Bueno, adentro del living pero con la ventana abierta, y no más de dos personas fumando a la vez.
3. Está bien, fumemos todos, pero parados al lado de la ventana abierta.
4. Cierro la ventana porque hace frío, se puede fumar en el living pero no en la habitación.
5. Fumo en la habitación pero sólo en el escritorio, prohibida la cama.
6. Sólo se fuma en la cama viendo pelis.
7. Viendo pelis y después de tener sexo.
Y creí que quedaba ahí, pero no, ayer alcancé el sumum:
8. Después de tener sexo y después de comer lemon pie, obvio.

Ya no me funciona la culpa judía.