domingo, 14 de agosto de 2011

Corazón roto

El taxista escuchaba un compiladito con canciones de muertes por amor, y así atravesamos la noche y la ciudad. En silencio. Cada uno pensando en su corazón roto. 


Pará. 


Yo no tengo el corazón roto. 
¿De qué despedidas, distancias, ganas-devolverte-a-ver me hablás?
Estas canciones, para mi, ya no tienen una dedicatoria mental.
A mi el (des)amor ya no me mata. 
Hace rato che.
Un día dejó de doler y se terminó. 
Ya no extraño a nadie. 
Ya no extraño a ese gran amor, 
ni al amor después de ese gran amor.


Se me apretujó el pecho. 
Intenté llorar con todas mis fuerzas aprovechando la volada,
creyendo que había encontrado una desgracia romántica en que pensar. Hasta apoyé la cabeza en la ventanilla del auto y canté las canciones despacito con las cejas levantadas.


No funcionó.
Sigo re feliz.

Pero tengo el pecho apretujado.
¿Qué es?
No me digas que ahora voy a sufrir porque nadie me ama.
Fuck, no me digas que ahora tengo que enamorarme.
No.
Porfa.
Ese no puede ser el plan.
No puede ser el único plan.
Si estoy re bien así.
¿No ves que los que me dan bola no me gustan y los que me gustan no me dan bola?
¿Qué te pensás, que es casual?
No no no.
Fobia por lo menos.


Bueno, shh.
Callate.


Siguió la música y me dio una especie de nostalgia del corazón roto. Rarísimo. 


Que alguien me rompa el corazón, dale, que es mucho más fácil si algo sale mal.

1 comentario:

Magg dijo...

Masoquismo.com
Y si, a mi tambien me pasa ¬¬